15 diciembre, 2011

[TAILANDIA] Cómo sobrevivir








No es necesario ser Frank de la Jungla para sobrevivir en Tailandia: ¡Basta con seguir unos cuantos consejos y tips! 








Los tailandeses




"Son siempre amables, sonrientes y son lo que más me gusta de Tailandia." Clayt
"Te preguntan mucho si vas a volver, hablan contigo..." Ricardo

"Son muy educados, serviciales y hospitalarios; les encantan los turistas.Pablo




No nos dicen más que halagos cuando preguntamos cómo son los tailandeses. Locos por el Thai Boxing y las casas de masajes, los tailandeses son gente amable y cálida a la hora de dar la bienvenida a los turistas.

El cumpleaños del Rey, 5 de Diciembre, es fiesta nacional.

El rey de Tailandia, actualmente Rama IX, es considerado casi un dios: hay fotografías de él y de la familia real por todas partes, al igual que banderas amarillas, su color (el de la reina es el azul). 


A pesar de que en este sentido parece conservador, Tailandia es un sitio liberal en otros aspectos: por ejemplo, la homosexualidad está muy aceptada y hay muchos transexuales. Los ladyboy, chicos muy afeminados que se comportan como mujeres, son un auténtico reclamo en el mercado del turismo sexual, por desgracia muy extendido en Tailandia.




Thanyarat Jiraphatpakorn (en el medio), ganadora de Miss Tiffany 2007, es un ladyboy.







La comida


Wonton noodles - Ba Mi Haeng




"Comería fideos Wonton una semana entera." Pablo


"Los restaurantes normales rondan los 7€, en los puestos de la calle comer no cuesta casi nada, ¡aunque para eso hay que ser un poco valiente!" Ricardo


La receta del éxito: noodles, arroz, gambas o pollo y especias. El éxito de la comida tailandesa no es ningún misterio para el resto del mundo.  Lo que probablemente sí lo son son las siguientes curiosidades:


– Allá no hay la leche como nosotros la conocemos: sólo la hay en polvo o en cartones pequeñitos. 


– Fanta distribuye un total de 70 sabores por diferentes, y el que goza de más fama en Tailandia es la Fanta de fresa.




– En vez de Actimel, tienen Yakult (Pablo nos asegura que está muchísimo más rico) y en vez de Coca-Cao o Nesquik tienen Ovaltine o Milo.




ATENCIÓN: Aunque la comida es por lo general picante, eso ayuda a retener líquidos para llevar mejor el calor.









Las playas


"El golfo de Tailandia tiene las playas más bonitas del mundo" Clayt





Las playas no solo nos ofrecen relax y tranquilidad: es típico que los tailandeses vendan cosas por allí, como cestas de frutas, adornos típicos, cerveza fresca y barata e incluso se ofrecen a dar masajes
Además, se ven a menudo peceras con los famosos garra rufa que comen piel muerta: cuesta unos 100 baht la media hora, pero es normal coger infecciones ya que no cambian el agua.




– ¡Yo sobreviví! Ricardo








El transporte



"Autopistas enormes, millones de taxis... Nueva York en asiático." Pablo

Super Highway, Bangkok




Los taxis legales de Tailandia son los taxi-meter
Del aeropuerto a Bangkok, el viaje es sobre 500 baht y si no hay tráfico puede salir por 300 y pico, pero ellos normalmente intentan fijarte antes un precio más caro. Hay que intentar que pongan el taxímetro y cobren según lo que marque (algunos al pedírselo se van).


Lo mejor para moverse en Bangkok es el barco.

El Tuk Tuk es el transporte típico y hay que negociar el precio antes de subir. Otra alternativa es metro.




11 diciembre, 2011

TAILANDIA


– Tailandia es mágica por naturaleza.







Es lo primero que nos dice Clayt (20 años, Brasil) cuando le preguntamos sobre Tailandia, que fue su hogar durante varios años. 

"De todos los países en los que he estado, Tailandia es el mágico. Es en el que me siento más en casa, porque a pesar de que es muy diferente de Brasil, los tailandeses tienen la habilidad de hacerte sentir como tú mismo; eres libre."


Thai, que significa libre o libertad en tailandés, es el nombre que recibe la etnia mayoritaria del país tras haber huido de los chinos hace dos mil años. Tailandia significa tierra de los libres.


Esta semana la dedicaremos a recorrer desde sus playas más tranquilas y paradisíacas hasta los locales más extravagantes y trendy de la frenética Bangkok.




09 diciembre, 2011

[BRETAÑA] Escapadas: Fougères, Saint Malo y Le Mont Saint Michel.

Natalia nos recomienda hoy las tres joyas de escondidas de Bretaña: pequeños pueblos donde lo extraordinario es parte de su historia, su arte, su arquitectura y su rutina.






Recomendamos:


- Dejar en el hotel las mochilas, los móviles, los iPod, los mapas y las prisas.
- Salir con una cámara de fotos, un poco de cambio y hambre (es inevitable no pararse en una panadería aquí y allá).




Fougères y Saint Malo


A escasa media hora en bus del centro de Rennes se encuentra la pequeña y preciosa villa de Fougères
Cabe destacar que su castillo es uno de los más impresionantes y en mejor estado de conservación de toda Europa. 






Dejaos perder por sus calles y encontraos con su iglesia por sorpresa, a la vuelta de una esquina. No sigáis las señales ni a los turistas, preguntadle a la gente del pueblo y disfrutad del turismo verdadero, el improvisado. Y de las panaderías, con los croissants más exquisitos de la Bretaña.


Saint Malo es uno de los pueblos más conocidos de la costa de la Bretaña, famoso por sus ostras y por su paseo intramuros, bordeando sus playas. Dicen que si agudizamos la vista podemos divisar a la hermana mayor, Gran Bretaña.






¿Qué hacer? Pasear por sus calles empedradas, visitar la casa de los poetas, comprar sidra y galletas bretonas en La Trinitaine y cómo no, degustar alguna crêpe casera en algún puesto del centro. 






Le Mont Saint Michel



Técnicamente no pertenece a la Bretaña sino al departamento vecino de la Mancha, en la región de Baja Normandía, pero por su proximidad y belleza, el Mont Saint Michel es visita obligada.





Declarado monumento histórico en el 1862, el Mont Saint Michel figura desde 1979 en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, siendo visitado por más de tres millones de turistas cada año.

Atención: Los días calurosos de verano son especialmente concurridos y debido a las pequeñas dimensiones del pueblo y la estrechez de las calles, la visita puede no ser recomendable para cardíacos.






Un poco de historia


Hace miles de años, un bosque enorme llamado Scissy fue considerado límite entre Normandía y Bretaña. En su centro había un monte rocoso similar a un monte de tierra para un entierro, por eso lo llamaron el Monte Tombe, el Monte Tumba. Hacia el  s.IV, la región fue cristianizada y desde entonces, el bosque de Scissy y sus montes atrae a los hombres que buscan la purificación espiritual. Muy pronto se convirtió en un lugar de ermitaños: seres que convivían exclusivamente con su soledad y su espíritu. Cada poco, San Auberto (entonces obispo de Avranches) visitaba a estos ermitaños y se unía a sus plegarias.

Cuenta la leyenda que, un buen día, San Auberto recibió un mensaje del cielo. Era el año 708. En un sueño, se le apareció el Arcángel San Miguel y le pidió que erigiera en su honor un santuario sobre el Monte Tumba. Para dejar una señal tangible a la humanidad entera, el Arcángel toco la frente del obispo con la punta de su dedo, dejando una marca que los siglos no han podido borrar: aún hoy dicen que se puede ver el orificio del cráneo del obispo, (conservado en la iglesia de Saint Gervais en Avranches).


Por el año 709, un cataclismo marino invadió el bosque Scissy, separando los montes del continente y rodeando el Mont Saint Michel de una bahía de arena movediza. Este fenómeno persiste hoy en día, como por capricho de la naturaleza o de Dios por mantener su santuario al resguardo de los hombres. Fueron muchas las vidas de peregrinos que se cobraron la marea y las arenas movedizas.





Hoy en día, las mareas no llegan hasta los muros del santuario, pero hay estrictos horarios para cruzar hasta el Mont. La entrada a la Abadía es gratis para los mayores de 18 y menores de 25, pero eso sí: todo lo demás es carísimo debido a que se trata de un punto extremadamente turístico. 

Consejo: llevar comida y bebida propia.



Con esta entrada finalizamos la serie de Bretaña, ¡esperamos haber acercado esta pequeña y mágica región del norte francés a nuestros lectores!



Fotografía hecha por Natalia

Agradecimientos
Natalia Formigo @PlugInNat

08 diciembre, 2011

[BRETAÑA] Qué hacer en Rennes... por la noche.

Où pouvons-nous faire la fête?


Natalia- La calle con más marcha de Rennes es la Rue Sant-Michel, más conocida como la Rue de la Soif (Calle de la sed), en pleno corazón de Sainte-Anne. 




Recomendamos el Sunset Café para empezar la noche, regada con un buen Monaco (cerveza con granadina).



Para continuar la fête, nada mejor que otras dos de nuestras propuestas: Délicatessen, con un aire entre rústico y futurista, y Le Pym's, quizás una de las discotecas bretonas con un toque classy elevado a su máximo exponente.



Délicatessen 




Le Pym's


CONSEJO: Salir temprano. A partir de la 1AM empiezan a cerrar todos los garitos, como buenos franceses. 

07 diciembre, 2011

[BRETAÑA] Qué hacer en Rennes

"Un rincón perdido en el oeste de Francia, verde y acogedor, como una prima-hermana de Galicia."






Así es como nos describe Natalia, nuestra guía por Bretaña, el destino de esta semana. 
Su capital, Rennes, es una pequeña ciudad de 200000 habitantes, con un ambiente cultural y universitario efervescente. La juventud, el dinamismo y la bohemia francesa se mezclan en la ciudad bretona, que conserva todo lo bueno de la tradición francesa y lo mejor de la modernidad europea.

QUÉ HACER

¿Cómo nos movemos por la ciudad?

Natalia- Bicicleta. Todo el mundo, (La poste incluídos) se mueve sobre dos ruedas, pues la ciudad, sin apenas cuestas se presta a ello. Existen múltiples mercadillos donde podemos obtener bicicletas de segunda mano a precios realmente bajos, sobre todo coincidiendo con el inicio y el fin del curso universitario.


No hay nada mejor que darse un paseo en bicicleta por las calles de la capital


Hablando de mercadillos, Rennes es conocido en toda Francia por su mercado sabatino, el segundo más grande del país donde podemos encontrar productos tan característicos como: gallina de raza “Coucou de Rennes”, melón “Petit gris”, manzanas Reineta, la riquísima sidra "brut", crustáceos y la ineludible mantequilla salada.

El mercado está situado en la famosa Place des Lices y subiendo unos pocos metros nos encontramos con uno de los rincones más hermosos de la ciudad, la plaza de Saint-Anne con su característico tío vivo y casitas de cuento.





Los parques

Además de visitar los múltiples monumentos de Rennes (Ópera de Rennes, Parlamento de Bretaña, Catedral de San Pedro o la zona vieja) proponemos un plan alternativo: disfrutar de los magníficos parques de la ciudad. 
El más conocido y céntrico es el Parque del Thabor que destaca, además de por sus enormes explanadas de césped que invitan a una buena siesta y sus jardines de ensueño, por las múltiples actividades culturales que en él se realizan, como Les mercredis du Thabor, dónde nos podemos encontrar desde una roulotte-sala X, a una representación renovada de Carmen de Bizet, con motos y cuero. Todo muy bizarre. 



Pero si lo que realmente queremos es desconectar y perdernos en la naturaleza, la mejor opción es agarrar los manillares de nuestras bicis (los más vagos pueden coger un bus) y desplazarnos hasta el Parque de Gayeulles, que aunque parezca imposible está a escasos 15 minutos del centro urbano.





QUÉ COMER


ATENCIÓN
 SI TIENE HAMBRE, ESTA ENTRADA PUEDE RESULTARLE HORRIBLEMENTE TORTURADORA.


Natalia- Los platos estrella de la gastronomía bretona: las galettes y las crêpes.






La cocina francesa hace verdaderas maravillas: con caramelo, mermelada, nata, chocolate, nutella, cookies. Las posibilidades son infinitas.



Galettes: Variante de las crêpes en las que se utiliza para la masa harina de trigo sarraceno en lugar de la de trigo candeal y agua. En la cocina francesa se rellenan normalmente las galettes con ingredientes salados (quesos, carnes, pescado, setas, etc…), reservando las crêpes para los postres. La galette complète es una galette rellena de jamón cocido, queso Emmental rallado y un huevo al plato.


Todo bien regado con una buena sidra bretona, caracterizada por su suavidad y sabor afrutado.